jueves, 8 de mayo de 2014

Conclusiones: Ética del cuidado, de Carol Gilligan.

Carol Gilligan (1936 - )
Según un extracto del libro de Carol Gilligan sobre la Ética del cuidado, se realizo un análisis de los puntos más relevantes para el grupo, a partir de los cuales se concluyo lo siguiente:

Carol Gilligan es una feminista, filosofa y psicóloga Estadounidense. Se dio a conocer por colaborar en investigaciones respecto a dilemas y razonamientos morales junto a Kohlberg. Al parecer este autor no tomaba en cuenta las opiniones y preocupaciones  femeninas  por lo tanto Carol Gilligan elaboro la teoría llamada “ética del cuidado” la cual justifica que los infantes de diferente sexo piensan de forma distinta. Es por esto que a continuación se darán a conocer las diversas reflexiones que tomamos como grupo en relación a la ética del cuidado.

Según Gilligan las mujeres se preocupan de los demás, tienen mayor capacidad emocional, son más sensibles y privilegian las responsabilidades por encima del cumplimiento abstracto de deberes y el ejercicio de derechos.

Creemos que esto sí ocurre en la mayoría de las mujeres, porque ante cualquier situación de vulnerabilidad somos más empáticas, siempre pensamos en cómo se debe estar sintiendo el otro y además somos más analíticas a la hora de actuar, es decir pensamos bien las cosas antes de hacerlas o decirlas. En cuanto a la responsabilidad en la vida diaria se puede demostrar mediante el cumplimiento de horarios en el trabajo, colegio, también en trabajos que se entreguen y muchos más. En contraste, los hombres son más fríos para actuar ante cualquier situación. Es muy relevante mencionar, que también hay mujeres que no cumplen con esas características o cumplen solo con algunas como también hay hombres que las presentan. En el caso de la puntualidad consideramos que los hombres están por sobre las mujeres.

La moral es actuar por decisión propia ante los diferentes eventos que nos presenta la vida y asumir las consecuencias o frutos que esta traiga en el futuro, hay que tener en cuenta de siempre actuar con respeto a los demás,  para no pasar a llevar las ideas y puntos de vistas de nadie y así se respeten nuestros pensamientos y decisiones. Por lo tanto coincidimos en cierto punto con las mujeres que contestaron la encuesta de Gilligan. Es importante destacar que la moral alude a todas las normas o reglas de cómo se comporta el ser humano frente a la sociedad, por ende todas estas características expuestas complementan a el término general.
  
En consideración a lo expuesto, es cierto que existe esa distinción en donde el hombre demuestra un poder donde las cosas que hace no pueden realizarlas las mujeres, y que ellas simplemente hacen un intercambio doméstico. Aludiendo a esto estamos en total desacuerdo, ya que siempre en la sociedad se ha considerado a la mujer como alguien más débil que no tiene la capacidad de hacer ciertas cosas, pero hoy en día con la liberación de la mujer está cambiando un poco esa percepción,  lo que es sumamente bueno y justo.  Por ejemplo, manejar maquinarias, ser soldador, constructor perfectamente son oficios que pueden ser realizados por las mujeres. Es necesario que comience a cambiar esa concepción de las cosas y que cada vez más las mujeres sean incluidas a los quehaceres de esta sociedad.

Sobre las conclusiones que la autora menciona sobre el dilema del aborto consideramos que algunas de ellas son correctas y otras no. En primer lugar un embarazo puede ocurrir por distintas circunstancias, en donde la mujer pudo ser violada o tal vez un descuido. También es cierto,  que las personas que tienen dudas sobre abortar en una primera instancia son muy egoístas en donde piensan solamente en que las sucederá a ellas y no al bebé. Por otra parte consideramos, que el hecho de estar embarazada no significa si soy más femenina o no, puesto existen otras características y formas de actuar que definen nuestra feminidad que son mucho más notorias que el hecho de ser mamá. Además, se menciona que el aborto entrega una oportunidad lo cual creemos que es totalmente egoísta, entendemos el hecho si fue una violación pero en el caso de una persona que quedó embarazada por no tomar precauciones es sumamente incorrecto ya que debió haber sido más responsable, por sobre todo es importante comprender que el bebé no tiene la culpa de lo que haya sucedido.  Con respecto a la moralidad, es verdad que es algo impuesto por la sociedad, pero ¿qué sería de nosotros si no existiese? Sería un mundo en donde todos haríamos lo que queramos, pero estaríamos pasando a llevar la libertad del otro.

Carol gilligan propone que la preocupación por parte de las mujeres es tomada  más bien de una manera autocrítica, en cambio los hombres suelen atribuir obligaciones a otros y no son de interferir mucho. Pero a  pesar de la diferencia de ambos  enfrentan el desarrollo moral como la combinación  de responsabilidad y derechos. Las mujeres basan esta combinación en el tratar de entender cómo funcionan las relaciones, aunque no podemos dejar fuera que tal como lo señala la autora, algunas tenían un pensamiento diferente a lo común, al momento de la entrevista.

Gilligan considera que las mujeres suelen dejar atrás sus propios cuidados y responsabilidades, y anteponer los de su entorno, ya que así es más fácil para ellas. No deja de estar lejos de la realidad, muchas veces somos testigos como mujeres, sobre todo madres, dejan de velar por su cuidado para cumplir con el de su familia, dejándose como última prioridad, las vemos muchas veces  teniendo dos trabajos, o estudiando y trabajando más que para ellas, para su familia. También es común en las relaciones de sentimentales, ver este tipo de situaciones, donde la mujer suele dejar familia, amigos, carrera por su pareja, hasta someterse muchas veces al machismo  o incluso violencia. Pero no podemos  omitir que  también hay hombres que dejan de lado su integridad por la de su entorno quizás en menos cantidad pero los hay. Las mujeres por naturaleza tienen el llamado instinto maternal que las lleva a pensar siempre en el otro antes que en ellas.

La autora reconoce tres etapas del desarrollo moral tanto para hombres y para mujeres:
Orientación hacia sí mismo, pese a que seamos muy distintos hombres de mujeres, primero somos personas, y es normal caer muchas veces en el egoísmo. En un principio somos  buenos para pensar primero en el interés personal antes que en el colectivo.
La moralidad del cuidar de los demás. Luego de pasar por el egoísmo, y el auto interés caemos en la preocupación a los demás, ese es nuestro objetivo, nos cargamos la “mochila” llena de responsabilidades de otros en nuestra espalda.
Moralidad de la no-violencia.  Hasta que llegamos a una etapa donde logramos equilibrar el auto interés y el interés por los demás, en donde dejamos de lado nuestros conflictos internos y nos preocupa el tema en discusión.  

El término “ética del cuidado” hace referencia al grupo de relaciones morales sobre la emoción y la virtud moral del cuidado que emergió de la teoría feminista.  La hipótesis de que las mujeres “hablan con una voz diferente” adquirió gran fama en su libro. A través de la investigación empírica, la autora se propone descubrir una voz femenina que busca promover la asociación empática con otras mujeres y su conciencia de seres responsables y cuidadosos. De esto, se identifican dos pensamientos morales, “ética del cuidado” y “ética de la justicia”.

Si realizamos una comparación entre la ética del cuidado y la ética de la justicia, se puede observar que la primera se basa en el juicio contextual y lo que este abarca, es decir se juzga en base a las circunstancias que rodean a los individuos. La responsabilidad y preocupación también son importantes y el hecho de no actuar frente a una situación necesaria, sería una falta en contra de esta ética. De ser así, esto estaría en contra de la responsabilidad y preocupación sobre el individuo, ya que se demostraría la falta de compromiso que se tiene y por ende, sería un total descuido. En cambio, en la ética de la justicia lo que más predomina es el respeto por los demás y el hecho de mirar al otro como un ser imparcial, dejando un poco de lado todo lo relacionado con las particularidades del individuo. Esto quiere decir que es una ética más formal y menos integral que la ética de cuidado, ya que esta abarca ámbitos de la persona en virtud de su bienestar y comodidad mientras que la otra se preocupa de los aspectos generales del individuo.


            Para finalizar, queremos mencionar que no estamos totalmente de acuerdo con la autora. Además, para llegar a la toma de decisiones y las presentes conclusiones utilizamos el método deliberativo. Con este método pudimos respetar las opiniones de cada uno sin pasar a llevar a nadie.

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