Carol Gilligan (1936 - ) |
Carol Gilligan es una feminista, filosofa y psicóloga
Estadounidense. Se dio a conocer por colaborar en investigaciones respecto a
dilemas y razonamientos morales junto a Kohlberg. Al parecer este autor no
tomaba en cuenta las opiniones y preocupaciones femeninas por lo
tanto Carol Gilligan elaboro la teoría llamada “ética del cuidado” la cual
justifica que los infantes de diferente sexo piensan de forma distinta.
Es por esto que a continuación
se darán a conocer las diversas reflexiones que tomamos como grupo en relación
a la ética del cuidado.
Según
Gilligan las mujeres se preocupan de los demás, tienen mayor capacidad
emocional, son más sensibles y privilegian las responsabilidades por encima del
cumplimiento abstracto de deberes y el ejercicio de derechos.
Creemos
que esto sí ocurre en la mayoría de las mujeres, porque ante cualquier
situación de vulnerabilidad somos más empáticas, siempre pensamos en cómo se
debe estar sintiendo el otro y además somos más analíticas a la hora de actuar,
es decir pensamos bien las cosas antes de hacerlas o decirlas. En cuanto a la
responsabilidad en la vida diaria se puede demostrar mediante el cumplimiento
de horarios en el trabajo, colegio, también en trabajos que se entreguen y
muchos más. En contraste, los hombres son más fríos para actuar ante cualquier
situación. Es muy relevante mencionar, que también hay mujeres que no cumplen
con esas características o cumplen solo con algunas como también hay hombres
que las presentan. En el caso de la puntualidad consideramos que los hombres están
por sobre las mujeres.
La
moral es actuar por decisión propia ante los diferentes eventos que nos
presenta la vida y asumir las consecuencias o frutos que esta traiga en el futuro,
hay que tener en cuenta de siempre actuar con respeto a los demás, para
no pasar a llevar las ideas y puntos de vistas de nadie y así se respeten
nuestros pensamientos y decisiones. Por lo tanto coincidimos en cierto punto
con las mujeres que contestaron la encuesta de Gilligan. Es importante destacar
que la moral alude a todas las normas o reglas de cómo se comporta el ser
humano frente a la sociedad, por ende todas estas características expuestas
complementan a el término general.
En
consideración a lo expuesto, es cierto que existe esa distinción en donde el
hombre demuestra un poder donde las cosas que hace no pueden realizarlas las
mujeres, y que ellas simplemente hacen un intercambio doméstico. Aludiendo a
esto estamos en total desacuerdo, ya que siempre en la sociedad se ha
considerado a la mujer como alguien más débil que no tiene la capacidad de
hacer ciertas cosas, pero hoy en día con la liberación de la mujer está
cambiando un poco esa percepción, lo que es sumamente bueno y justo.
Por ejemplo, manejar maquinarias, ser soldador, constructor perfectamente
son oficios que pueden ser realizados por las mujeres. Es necesario que
comience a cambiar esa concepción de las cosas y que cada vez más las mujeres
sean incluidas a los quehaceres de esta sociedad.
Sobre
las conclusiones que la autora menciona sobre el dilema del aborto consideramos
que algunas de ellas son correctas y otras no. En primer lugar un embarazo puede
ocurrir por distintas circunstancias, en donde la mujer pudo ser violada o tal
vez un descuido. También es cierto, que las personas que tienen dudas
sobre abortar en una primera instancia son muy egoístas en donde piensan
solamente en que las sucederá a ellas y no al bebé. Por otra parte
consideramos, que el hecho de estar
embarazada no significa si soy más femenina o no, puesto existen otras
características y formas de actuar que definen nuestra feminidad que son mucho
más notorias que el hecho de ser mamá. Además, se menciona que el aborto entrega una oportunidad lo cual creemos que es
totalmente egoísta, entendemos el hecho si fue una violación pero en el
caso de una persona que quedó embarazada por no tomar precauciones es sumamente
incorrecto ya que debió haber sido más responsable, por sobre todo es
importante comprender que el bebé no tiene la culpa de lo que haya sucedido.
Con respecto a la moralidad, es verdad que es algo impuesto por la
sociedad, pero ¿qué sería de nosotros si no existiese? Sería un mundo en donde
todos haríamos lo que queramos, pero estaríamos pasando a llevar la libertad
del otro.
Carol
gilligan propone que la preocupación por parte de las mujeres es tomada más
bien de una manera autocrítica, en cambio los hombres suelen atribuir
obligaciones a otros y no son de interferir mucho. Pero a pesar de la
diferencia de ambos enfrentan el desarrollo moral como la combinación
de responsabilidad y derechos. Las mujeres basan esta combinación en el
tratar de entender cómo funcionan las relaciones, aunque no podemos dejar fuera
que tal como lo señala la autora, algunas tenían un pensamiento diferente a lo
común, al momento de la entrevista.
Gilligan
considera que las mujeres suelen dejar atrás sus propios cuidados y
responsabilidades, y anteponer los de su entorno, ya que así es más fácil para
ellas. No deja de estar lejos de la realidad, muchas veces somos testigos como
mujeres, sobre todo madres, dejan de velar por su cuidado para cumplir con el
de su familia, dejándose como última prioridad, las vemos muchas veces
teniendo dos trabajos, o estudiando y trabajando más que para ellas, para
su familia. También es común en las relaciones de sentimentales, ver este tipo
de situaciones, donde la mujer suele dejar familia, amigos, carrera por su
pareja, hasta someterse muchas veces al machismo o incluso violencia.
Pero no podemos omitir que también hay hombres que dejan de lado su
integridad por la de su entorno quizás en menos cantidad pero los hay. Las
mujeres por naturaleza tienen el llamado instinto maternal que las lleva a
pensar siempre en el otro antes que en ellas.
La autora reconoce tres
etapas del desarrollo moral tanto para hombres y para mujeres:
1° Orientación hacia sí mismo, pese a
que seamos muy distintos hombres de mujeres, primero somos personas, y es
normal caer muchas veces en el egoísmo. En un principio somos buenos para
pensar primero en el interés personal antes que en el colectivo.
2° La moralidad del cuidar de los demás.
Luego de pasar por el egoísmo, y el auto interés caemos en la preocupación a
los demás, ese es nuestro objetivo, nos cargamos la “mochila” llena de
responsabilidades de otros en nuestra espalda.
3°Moralidad de la no-violencia.
Hasta que llegamos a una etapa donde logramos equilibrar el auto interés
y el interés por los demás, en donde dejamos de lado nuestros conflictos
internos y nos preocupa el tema en discusión.
El
término “ética del cuidado” hace referencia al grupo de relaciones morales
sobre la emoción y la virtud moral del cuidado que emergió de la teoría
feminista. La hipótesis de que las mujeres “hablan con una voz diferente”
adquirió gran fama en su libro. A través de la investigación empírica, la
autora se propone descubrir una voz femenina que busca promover la asociación
empática con otras mujeres y su conciencia de seres responsables y cuidadosos.
De esto, se identifican dos pensamientos morales, “ética del cuidado” y “ética
de la justicia”.
Si
realizamos una comparación entre la ética del cuidado y la ética de la
justicia, se puede observar que la primera se basa en el juicio contextual y lo
que este abarca, es decir se juzga en base a las circunstancias que rodean a los
individuos. La responsabilidad y preocupación también son importantes y el
hecho de no actuar frente a una situación necesaria, sería una falta en contra
de esta ética. De ser así, esto estaría en contra de la responsabilidad y
preocupación sobre el individuo, ya que se demostraría la falta de compromiso
que se tiene y por ende, sería un total descuido. En cambio, en la ética de la
justicia lo que más predomina es el respeto por los demás y el hecho de mirar
al otro como un ser imparcial, dejando un poco de lado todo lo relacionado con
las particularidades del individuo. Esto quiere decir que es una ética más
formal y menos integral que la ética de cuidado, ya que esta abarca ámbitos de
la persona en virtud de su bienestar y comodidad mientras que la otra se
preocupa de los aspectos generales del individuo.
Para finalizar, queremos mencionar que no estamos totalmente de acuerdo con la autora. Además, para llegar a la toma de decisiones y las presentes conclusiones utilizamos el método deliberativo. Con este método pudimos respetar las opiniones de cada uno sin pasar a llevar a nadie.
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