INTRODUCCIÓN
Los Seres Humanos hemos tratado de poder definir o saber qué es y para qué nos puede servir aquello que llamamos “Ética”. Según la Real Academia Española es un “Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana” y la moral es lo “Perteneciente o relativo a las acciones o caracteres de las personas, desde el punto de vista de la bondad o malicia”. Estos términos, los cuales serán bien analizados a lo largo de los capítulos de este libro, serán la base para comprender de mejor manera que en nos desenvolvemos en la sociedad.
Nosotros como humanos debemos entender lo que es la ética, para qué sirve y así ponerla en práctica, ya que vivimos en una sociedad donde cada ser es único e irrepetible, es por eso que hay que entender hay algo muy importante dentro de todo esto que es la vida en relación con los demás, los que hacen parte de nuestro mundo.
Los Seres Humanos hemos tratado de poder definir o saber qué es y para qué nos puede servir aquello que llamamos “Ética”. Según la Real Academia Española es un “Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana” y la moral es lo “Perteneciente o relativo a las acciones o caracteres de las personas, desde el punto de vista de la bondad o malicia”. Estos términos, los cuales serán bien analizados a lo largo de los capítulos de este libro, serán la base para comprender de mejor manera que en nos desenvolvemos en la sociedad.
Nosotros como humanos debemos entender lo que es la ética, para qué sirve y así ponerla en práctica, ya que vivimos en una sociedad donde cada ser es único e irrepetible, es por eso que hay que entender hay algo muy importante dentro de todo esto que es la vida en relación con los demás, los que hacen parte de nuestro mundo.
La
ética nos proporcionará conocimientos de cómo debemos actuar en determinadas
situaciones de nuestra vida cotidiana, teniendo como lema principal la
libertad. También además de poner libertad en juego aparecen diversos conceptos
esenciales como lo son, el egoísmo, la empatía, la conciencia, el remordimiento
y la justicia, todo esto para lograr alcanzar la “buena vida humana”.
A continuación en las siguientes páginas se plasma una síntesis, análisis desde el punto de vista personal de cada capítulo del libro leído.
A continuación en las siguientes páginas se plasma una síntesis, análisis desde el punto de vista personal de cada capítulo del libro leído.
Capítulo I: “De qué va la ética”
SÍNTESIS
Las personas tienen un grado de conocimiento de una u otra ciencia, como también tienen un grado de ignorancia respecto a otros temas. Ahora bien, hay cosas que hay que saberlas porque en ellas, “nos va la vida”. Existen cosas buenas y cosas malas, cosas que nos convienen y otras que no, las que siempre dependen de la cultura en la que estamos inmersos. De cualquier forma, somos seres capacitados para saber qué elegir, a diferencia de los animales u otros seres vivos, que están programados naturalmente para actuar. De esta manera basamos el concepto de “libertad”, del saber qué es lo que queremos y qué no queremos, qué nos hace bien o mal. Somos libres para responder a lo que nos pasa de tal o cual modo, de cómo vivir nuestras vidas. Sin embargo hay cosas y/o situaciones que no dependen de nuestra voluntad, y aún así podremos decidir qué hacer o cómo actuar en cualquier caso. Nuestras decisiones durante la vida pueden ser correctas o incorrectas, de modo que para saber qué hacer o elegir, debemos “saber vivir”, lo que llamamos Ética.
Las personas tienen un grado de conocimiento de una u otra ciencia, como también tienen un grado de ignorancia respecto a otros temas. Ahora bien, hay cosas que hay que saberlas porque en ellas, “nos va la vida”. Existen cosas buenas y cosas malas, cosas que nos convienen y otras que no, las que siempre dependen de la cultura en la que estamos inmersos. De cualquier forma, somos seres capacitados para saber qué elegir, a diferencia de los animales u otros seres vivos, que están programados naturalmente para actuar. De esta manera basamos el concepto de “libertad”, del saber qué es lo que queremos y qué no queremos, qué nos hace bien o mal. Somos libres para responder a lo que nos pasa de tal o cual modo, de cómo vivir nuestras vidas. Sin embargo hay cosas y/o situaciones que no dependen de nuestra voluntad, y aún así podremos decidir qué hacer o cómo actuar en cualquier caso. Nuestras decisiones durante la vida pueden ser correctas o incorrectas, de modo que para saber qué hacer o elegir, debemos “saber vivir”, lo que llamamos Ética.
ANÁLISIS
Tenemos la capacidad de elegir, más bien el derecho de hacerlo, el de optar por las cosas que queremos, ya sea que estas nos beneficien, o bien nos perjudiquen. Así como podemos elegir qué hacer y qué no, podemos manejar una serie de sucesos que ocurrirán a los largo de nuestra vida, es por eso que hay que saber utilizarla de manera adecuada. Además tenemos la libertad de expresarnos, lo cual nos servirá dentro de la sociedad, ya que al estar en ella nos pondrá en un mar de opiniones distintas, las cuales moldearán una mente abierta, crítica y una forma de pensar determinada. El autor al decir “podemos inventar y elegir nuestras vidas”, quiere decir que nosotros mismos podemos ser dueños que lo que hacemos o no, optar lo que nos parece conveniente o no, y así ser más que un esclavo. Además del poder que nos confiere la libertad, debemos tener en cuenta que no siempre estaremos en lo correcto, que nos equivocamos en las decisiones, y eso apunta más hacia la libertad, porque no somos máquinas, no somos como las abejas que solo cumplen una función. Nosotros podemos actuar de distintas maneras, frente a situaciones similares, o podemos actuar siempre igual, según lo que nosotros decidamos.
SÍNTESIS
El dilema que se presenta se basa en lo que ocurre versus lo que se hace frente a esto, generalmente se tiende a escoger lo que más agrada y no otra opción, pasamos la vida pensando lo que conviene y lo que no, cómo actuar y cómo no hacerlo, en su mayoría los actos son realizados de forma automática, es decir, actos casi instintivos, sin pensar en los problemas que puedan generar, se escoge lo más cómodo y eficaz. Para actuar se debe contar con un motivo, este es la razón que se tiene o se cree tener y esto nos lleva a las órdenes, las que se reciben y se deben cumplir. Por otro lado están las costumbres, estas son conductas que se repiten casi sin notar que están sucediendo. Finalmente se presenta el capricho, esta es una actitud que se tiene sólo porque se quiere, que se intenta lograr algo por cualquier medio posible.
Se tienen opciones al actuar y razones por las que esto ocurre, las órdenes por su parte se dan por el miedo, por el afecto y la confianza, se pretende mejorar y proteger. Las costumbres se dan por la comodidad, es más sencillo seguir con la rutina que actuar bajo presión frente a lo desconocido. Tanto ordenes como costumbres vienen de fuera, en cambio los caprichos son propios.
El dilema que se presenta se basa en lo que ocurre versus lo que se hace frente a esto, generalmente se tiende a escoger lo que más agrada y no otra opción, pasamos la vida pensando lo que conviene y lo que no, cómo actuar y cómo no hacerlo, en su mayoría los actos son realizados de forma automática, es decir, actos casi instintivos, sin pensar en los problemas que puedan generar, se escoge lo más cómodo y eficaz. Para actuar se debe contar con un motivo, este es la razón que se tiene o se cree tener y esto nos lleva a las órdenes, las que se reciben y se deben cumplir. Por otro lado están las costumbres, estas son conductas que se repiten casi sin notar que están sucediendo. Finalmente se presenta el capricho, esta es una actitud que se tiene sólo porque se quiere, que se intenta lograr algo por cualquier medio posible.
Se tienen opciones al actuar y razones por las que esto ocurre, las órdenes por su parte se dan por el miedo, por el afecto y la confianza, se pretende mejorar y proteger. Las costumbres se dan por la comodidad, es más sencillo seguir con la rutina que actuar bajo presión frente a lo desconocido. Tanto ordenes como costumbres vienen de fuera, en cambio los caprichos son propios.
ANÁLISIS
Lo que más se destaca en este capítulo es el cómo se enfrenta lo que queremos hacer a lo que se debe hacer. Generalmente nos enfrentamos a situaciones en las que nuestro deber es decidir, cosa que puede ser tanto fácil como difícil, y es cuando vivimos la segunda opción que las cosas se pueden complicar, ya que se debe tener en cuenta las condiciones a las que nos enfrentamos, muchas veces nos vemos obligados a decidir, esa es la orden que se nos da, y es aquí cuando nos sentimos responsables, se involucran afectos y confianza, lo que hace más difícil poder escoger, y es allí cuando se opta por lo más sencillo, por seguir la rutina y no oponerse, es decir actuar por costumbre. Muchas veces hacemos lo que queremos solo por gusto, actuamos para sentirnos bien con nosotros mismos y olvidamos lo que los actos pueden perjudicar a otros, somos caprichosos con o sin querer. Si un niño le pregunta a su madre si puede faltar o no a clases y esta al pedirle un motivo el joven le menciona que no hay nada importante y está cansado, por lo que la madre deberá dar la orden de que asista a clases o bien aceptar lo que él pide. Es una costumbre levantarse de lunes a viernes para ir al colegio y termina siendo una rutina constante que ahora por un capricho puede cambiar. Tanto la madre como el niño involucran las tres aristas.
Capítulo III: “Haz lo que quieras" |
SÍNTESIS.
Somos libres cuando decimos sí o no, cuando decidimos entre realizar una acción o no hacerla, hacer algo piensen lo que piensen los demás, pero debemos darnos cuenta que es lo que estamos decidiendo. Diariamente hacemos cosas por órdenes, costumbre o simple capricho, y no nos detenemos a analizar lo que hacemos, el ir más allá, el buscar ¿Por qué tengo que hacer siempre lo que se hace o suele hacerse?
Pueden haber órdenes, costumbres y caprichos que sean adecuados para obrar, pero en otros casos no tienen por qué ser así. Tenemos que aprender a elegir por nosotros mismos, inventar nuestras vidas y no simplemente vivir lo que los otros han inventado para uno, sino no seremos mejor que un pobre esclavo. Debemos usar nuestra libertad de manera adecuada, es decir, usar nuestra razón, para así actuar de manera moral y buena.
Definir “hombre bueno” resolvería este problema, pero se hace difícil, ya que esta palabra tiene significados distintos según el contexto en que se utilicen, es por eso, que no se puede determinar cuáles con los requisitos para ser “bueno”.
ANÁLISIS
Al analizar este capítulo nos damos cuenta de cómo el autor “nos ve por dentro”, aludiendo a la siguiente frase: “Libertad es decidir, pero también, no lo olvides, darte cuenta que estás decidiendo”. Pocas veces nos podemos a pensar el por qué de nuestros actos, siendo que estamos dotados con la capacidad de razonar, de pensar qué es lo mejor para nosotros, qué es lo que me hace bien, de inventarnos una vida para vivirla. En cambio, vivimos de lo que han inventado para nosotros, las reglas, las costumbres etc.
El calificar a una persona dependerá siempre de quién lo diga y en qué sentido lo diga, por otra parte nadie puede hacerlo con real autoridad ya que nadie sabe cuáles son los requisitos para tener este u otro calificativo.
De acuerdo a lo planteado anteriormente es difícil no estar de acuerdo a la frase que define este capítulo: “Haz lo que quieras”, la cual no se refiere a una manera desproporcionada de actuar, sino que a hacer pensando qué hacer, es decir, utilizando nuestro razonamiento para crear nuestras vidas, con ello tener en cuenta lo que nos proponemos a lograr, también perder de vista que nuestras acciones en algún momento pueden tener consecuencias malas.
Nuestro actuar tiene un fin, el cual debe estar bajo principios éticos que nos permitan realizar nuestros propósitos de manera que él nos guíe en el camino de crear una vida de forma moral.
Capítulo IV: “Date la buena vida”
SÍNTESIS
Se deben dejar de lado las órdenes, costumbres y caprichos, así como también olvidar premios y castigos. En esta ocasión no se debe preguntar qué hacer a nadie, sino a uno mismo, hacer lo que uno quiere no lo que los demás desean, ordenan o sugieren. No se debe perder la libertad por estar al servicio de los demás. Ya no es cosa de sólo pasar el tiempo, es cosa de vivirlo bien, puedes seguir a otro, pero debes actuar como quieras, pues estés o no de acuerdo, quieras o no, eres libre, pero no por eso debes mezclar el “haz lo que quieras” con los caprichos. La vida humana se debe dar entre nosotros mismos, es decir, entre humanos, para esto se cuenta con una realidad natural y cultural, lo que heredamos de otros hombres, esto es el lenguaje, el que nos permite poder relacionarnos y entender lo que los demás quieren decir, hablar y escuchar es parte del lenguaje, y si se consigue de forma óptima se logra la humanización recíproca. Estar bien con uno mismo, permite estar bien con los demás.
Se deben dejar de lado las órdenes, costumbres y caprichos, así como también olvidar premios y castigos. En esta ocasión no se debe preguntar qué hacer a nadie, sino a uno mismo, hacer lo que uno quiere no lo que los demás desean, ordenan o sugieren. No se debe perder la libertad por estar al servicio de los demás. Ya no es cosa de sólo pasar el tiempo, es cosa de vivirlo bien, puedes seguir a otro, pero debes actuar como quieras, pues estés o no de acuerdo, quieras o no, eres libre, pero no por eso debes mezclar el “haz lo que quieras” con los caprichos. La vida humana se debe dar entre nosotros mismos, es decir, entre humanos, para esto se cuenta con una realidad natural y cultural, lo que heredamos de otros hombres, esto es el lenguaje, el que nos permite poder relacionarnos y entender lo que los demás quieren decir, hablar y escuchar es parte del lenguaje, y si se consigue de forma óptima se logra la humanización recíproca. Estar bien con uno mismo, permite estar bien con los demás.
ANÁLISIS
En este caso lo principal es apartar lo que los demás desean para considerar lo que uno mismo quiere, en momentos importantes de la vida nos enfocamos en como lo que hacemos puede afectar en un futuro, como nos podemos vernos perjudicados más adelante por nuestras acciones. El humano tiene lenguaje y este puede favorecer el futuro, como también empeorarlo, es por eso que debemos aprender a hacer buen uso del mismo, ya que es el lenguaje el que nos diferencia de los animales, así como también lo hacen los afectos y la forma de establecer relaciones. Lo importante es no perder la libertad por estar al servicio de los demás, es decir, ayudar a quienes están cerca, pero a la vez ayudarnos a nosotros mismos, la reciprocidad es primordial en la humanización. En ocasiones se nos dice “haz lo que quieras”, pero ya en ese momento estamos dejando de hacer lo que queremos, pues no dieron la orden de hacerlo, si hacemos lo que queremos estamos obedeciendo, si no hacemos lo que queremos estamos en el fondo haciendo lo mismo, este conflicto se da en muchos ámbitos de la vida, para los jóvenes por ejemplo llega un momento en que los padres dicen muchas veces cuando ya lo has cansado por tu insistencia “haz lo que quieras”, es en ese momento cuando podemos salir en caso de que eso fuese lo que pedíamos, o quedarnos, pues sabemos que la orden que no se nos dio fue “No lo hagas”, si salimos obedecemos la orden y a la vez hacemos lo que queremos, pero también sabemos que ese obedecer, muy por el contrario es hacer lo opuesto. Aquí se enfrentan ordenes, capricho y el tratar de decidir lo apropiado para darnos la buena vida sin pasar a llevar las relaciones con los demás
Capitulo V: ¡Despierta, baby! SÍNTESIS: |
En este capítulo consiste en la buena vida, en comprender lo qué es y lo que no es. La vida es algo difícil, y la “buena vida” es algo más compleja aún, ya que está llena de complicaciones que no hacen más que hacernos inhumanos. La ambición por ejemplo nos puede llevar a ver a las personas como cosas y de ellos lo único que podemos recibir es que se nos trate como cosas, en este sentido no seríamos humanos del todo, ya que los humanos nos humanizamos unos a otros. Si los hombres fuésemos cosas, con lo que las cosas pueden darnos nos bastaría.
El tener dinero, fama, poder, influencias, servidumbres entre tantas otras cosas puede que sea motivo de envidia para las demás personas, pero eso no significa nada si no tiene lo fundamental: afecto, respeto y amor de las personas.
A las cosas hay que manejarlas como cosas, y a las personas hay que tratarlas como tales, de este modo las cosas (dinero, alimentos, vestimentas) nos ayudarán en muchos aspectos, y las personas en uno fundamental, que ninguna cosa puede suplir, el ser humanos.
ANÁLISIS
Está claro que las cosas materiales pueden ayudar en parte a ser felices y a lograr nuestros objetivos, pero “como no somos puras cosas, necesitamos <<cosas>>que las cosas no tienen”, en este caso los dones más sutiles que sólo las personas pueden darnos: el amor, el respeto y el afecto, eso ninguna cosa u objeto lo podría reemplazar.
Es por ello, que el apego a lo material, la ambición de poder, el querer poseer personas nos llevará a tratar a las personas como cosas y lo que recibiremos de ellos son también cosas. En cambio, al tratar a las personas como personas estoy haciendo posible que me devuelvan lo que sólo una persona puede darle a otra, en cierto sentido “Las manos no solo sirven para coger cosas, sino que también acariciar”
Las personas que al final tienen mucho no tienen nada, como dice el dicho “es tan pobre que sólo tiene dinero”. Las cosas sólo nos puedan dar cosas, es por eso que debemos reflexionar por sí solos sobre lo que se hace e intentar precisar lo mejor posible el sentido de esa “buena vida”, ya que nadie puede hacerlo mejor que uno mismo.
Capítulo VI: “Aparece Pepito Grillo”
SÍNTESIS
La única obligación que tenemos es la de no ser imbéciles, quien lo es cojea de ánimo de espíritu. Existen diferentes tipos de estos: El que cree que no quiere nada, el que cree que lo quiere todo, el que no sabe lo que quiere y no lo averigua, el que sabe lo que quiere, pero lo quiere flojo, y el que sabe lo que quiere, pero se engaña a sí mismo. Estos tienen necesidad de bastón, lo que no tiene nada que ver con la libertad y la propia reflexión, se fastidian a sí mismos y son menos materiales y más morales. Lo contrario a ser imbécil es ser conciente, aquí se desarrolla el buen gusto, el oído en la práctica y aparecen también la ética y la moral. Al ser consciente sabes que no todo da igual, ves lo que quieres y lo que no, desarrollan buen gusto en la moral y se renuncia a disimular la libertad y responsabilidad. Aparece también el egoísmo, quien quiere lo mejor para sí mismo es egoísta y sería también imbécil quien sabe lo que quiere, pero no lucha por conseguirlo. También encontramos al responsable, que es quien responde por sus actos y que sabe que cada acto construye e inventa además de definir, al escoger poco a poco me transformo. Si obro bien cada vez será más difícil obrar mal.
La única obligación que tenemos es la de no ser imbéciles, quien lo es cojea de ánimo de espíritu. Existen diferentes tipos de estos: El que cree que no quiere nada, el que cree que lo quiere todo, el que no sabe lo que quiere y no lo averigua, el que sabe lo que quiere, pero lo quiere flojo, y el que sabe lo que quiere, pero se engaña a sí mismo. Estos tienen necesidad de bastón, lo que no tiene nada que ver con la libertad y la propia reflexión, se fastidian a sí mismos y son menos materiales y más morales. Lo contrario a ser imbécil es ser conciente, aquí se desarrolla el buen gusto, el oído en la práctica y aparecen también la ética y la moral. Al ser consciente sabes que no todo da igual, ves lo que quieres y lo que no, desarrollan buen gusto en la moral y se renuncia a disimular la libertad y responsabilidad. Aparece también el egoísmo, quien quiere lo mejor para sí mismo es egoísta y sería también imbécil quien sabe lo que quiere, pero no lucha por conseguirlo. También encontramos al responsable, que es quien responde por sus actos y que sabe que cada acto construye e inventa además de definir, al escoger poco a poco me transformo. Si obro bien cada vez será más difícil obrar mal.
ANÁLISIS
Aquí se nos intenta decir que en la vida debemos esforzarnos por no ser imbéciles, basándonos en dejar el materialismo para acercarnos a la moral. Existen diferentes tipos de imbéciles, quienes tienen en común el querer, ellos saben lo que quieren, otros en cambio no, hay quienes saben lo que quieren pero no quieren luchar por aquellos y quienes no saben, pero tampoco averiguan. Por el contrario de lo imbécil tenemos la conciencia es aquí donde está lo mismo en común, pero con mayor conocimiento, es decir, sabe que no todo da igual, sabe lo que quiere y también lo que no y en la práctica desarrollan un buen gusto por la moral. Existe el egoísmo, por ello es importante que pensemos en los demás, pues ser egoísta nos llevará a ser imbéciles y eso es lo que estamos evitando, luchamos por vivir nuestra libertad sin sentir culpa ni remordimiento, no debemos ser marionetas, debemos dejar de lado lo malo y luchar por lo bueno. Aceptamos mentiras como verdades simplemente porque estas son agradables de oír. Podemos estar concientes de que no estamos viviendo en el lugar y la situación que queremos, pero nos dicen que está bien, que es momentáneo y que es lo mejor y terminamos por creer esto, pues es más sencillo. Seguir en lo mismo y verlo como positivo que aceptar que no estamos bien y hacer algo para poder llegar a estarlo. Nos mentimos muchas veces porque creemos estar en lo correcto, sin embargo si somos sinceros y actuamos de buena forma cada vez estaremos mejor.
Capítulo VII: “Ponte en su lugar”
SÍNTESIS:
El capitulo empieza con la parte en que Robinson Crusoe comienza a cuestionarse la forma de seguir viviendo, qué postura adoptar frente al otro, si es que un amigo o un enemigo, tras ver una huella humana en la arena.
“Intentar ponerse en su lugar”, es a eso a lo que se refiere. Reconocer a alguien como semejante implica sobre todo la posibilidad de comprenderle desde dentro, de adoptar por un momento su propio comportamiento. Reconocer que de cierto modo pertenecemos lo de enfrente y lo de enfrente nos pertenece.
También se trata de tomar en cuenta sus derechos , y cuando los derechos faltan, hay que comprender sus razones, incluso entender a las malas personas, los cuales nunca dejan de ser humanos, es por ello que no sólo debemos ser capaces de atender a sus razones , sino que también participar de algún modo en sus pasiones sentimientos, dolores. Se trata de sentir simpatía por el otro. Lo cual no significa que deba darle siempre la razón en lo que reclama o en lo que hace.
Finalmente, el autor cierra diciendo que la empatía es un concepto fundamental en la ética, lo que hace que este capítulo sea el más importante del libro.
ANÁLISIS
La empatía como concepto fundamental de la ética nos hace parte del proceso de convivencia entre diferentes culturas, etnias y religiones, lo cual al ponerlo en práctica nos permite ponernos en el lugar del otro, comprender, saber cuáles son sus necesidades, sus valores, lo que nos permite tener una visión de su realidad, y con ello sale a relucir el respeto que se debe tener al otro.
El motor de todos estos conceptos es el “amor”, el amor a la vida, al ser que esta a tú lado, y al que no lo está tanto, como dice el autor “Para entender del todo lo que el otro puede esperar de ti no hay más remedio que amarle sólo porque también es humano”, sólo esto nos permitirá ser empáticos y tener un respeto honesto por el otro.
También hay que tener en cuenta que somos distintos unos de otros, tenemos diferentes valores, creencias, culturas, modos de vivir, los que rigen nuestro actuar, es por eso que hay ponerse en el lugar del otro y hacer un esfuerzo de objetividad por ver las cosas como él las ve, no echar al otro y ocupar su sitio. Sólo así se puede lograr una sociedad más justa, y con más igualdad.
Capítulo VIII: “Tanto gusto”
El capitulo empieza con la parte en que Robinson Crusoe comienza a cuestionarse la forma de seguir viviendo, qué postura adoptar frente al otro, si es que un amigo o un enemigo, tras ver una huella humana en la arena.
“Intentar ponerse en su lugar”, es a eso a lo que se refiere. Reconocer a alguien como semejante implica sobre todo la posibilidad de comprenderle desde dentro, de adoptar por un momento su propio comportamiento. Reconocer que de cierto modo pertenecemos lo de enfrente y lo de enfrente nos pertenece.
También se trata de tomar en cuenta sus derechos , y cuando los derechos faltan, hay que comprender sus razones, incluso entender a las malas personas, los cuales nunca dejan de ser humanos, es por ello que no sólo debemos ser capaces de atender a sus razones , sino que también participar de algún modo en sus pasiones sentimientos, dolores. Se trata de sentir simpatía por el otro. Lo cual no significa que deba darle siempre la razón en lo que reclama o en lo que hace.
Finalmente, el autor cierra diciendo que la empatía es un concepto fundamental en la ética, lo que hace que este capítulo sea el más importante del libro.
ANÁLISIS
La empatía como concepto fundamental de la ética nos hace parte del proceso de convivencia entre diferentes culturas, etnias y religiones, lo cual al ponerlo en práctica nos permite ponernos en el lugar del otro, comprender, saber cuáles son sus necesidades, sus valores, lo que nos permite tener una visión de su realidad, y con ello sale a relucir el respeto que se debe tener al otro.
El motor de todos estos conceptos es el “amor”, el amor a la vida, al ser que esta a tú lado, y al que no lo está tanto, como dice el autor “Para entender del todo lo que el otro puede esperar de ti no hay más remedio que amarle sólo porque también es humano”, sólo esto nos permitirá ser empáticos y tener un respeto honesto por el otro.
También hay que tener en cuenta que somos distintos unos de otros, tenemos diferentes valores, creencias, culturas, modos de vivir, los que rigen nuestro actuar, es por eso que hay ponerse en el lugar del otro y hacer un esfuerzo de objetividad por ver las cosas como él las ve, no echar al otro y ocupar su sitio. Sólo así se puede lograr una sociedad más justa, y con más igualdad.
Capítulo VIII: “Tanto gusto”
SÍNTESIS
Tanto moral como moralidad se enfocan muchas veces al sexo, la sexualidad establece vínculos y complicaciones afectivas, se asocia esto a la procreación, a la responsabilidad como reverso inevitable de la libertad, se ve al sexo como algo malo o turbio, pero es algo que se da tanto para los hombres como para los animales, lo único que cambia son los afectos que el hombre involucra.
Existe un miedo al placer, esto genera recelo y cautela respecto al sexo, nunca se siente tan bien como cuando se goza, pero si todo esto se olvida, no será mucho lo que pueda durar. El placer distrae más de la cuenta y puede ser fatal. Se dice que es más moral el sinvergüenza que el puritano, ya que este último va por el mundo mostrando lo que no es. Los años quitan posibilidades de gozo, por lo que no es prudente esperar demasiado para pasarlo bien, no se trata de buscar hoy los placeres, sino de buscar los placeres de hoy, estos placeres pueden enriquecer o empobrecer la vida por su uso o abuso. Existen placeres que hacen daño y resultan un peligro, se ve la diferencia entre morir de gusto contra el gusto de morir. Podemos mencionar como un “sí” espontáneo genera alegría, no importa tener todo, de nada sirve sin alegría, se debe tener templanza para no pasar del gusto al disgusto y aprender a aceptar dolor, alegría, daño, placer, etc.
Tanto moral como moralidad se enfocan muchas veces al sexo, la sexualidad establece vínculos y complicaciones afectivas, se asocia esto a la procreación, a la responsabilidad como reverso inevitable de la libertad, se ve al sexo como algo malo o turbio, pero es algo que se da tanto para los hombres como para los animales, lo único que cambia son los afectos que el hombre involucra.
Existe un miedo al placer, esto genera recelo y cautela respecto al sexo, nunca se siente tan bien como cuando se goza, pero si todo esto se olvida, no será mucho lo que pueda durar. El placer distrae más de la cuenta y puede ser fatal. Se dice que es más moral el sinvergüenza que el puritano, ya que este último va por el mundo mostrando lo que no es. Los años quitan posibilidades de gozo, por lo que no es prudente esperar demasiado para pasarlo bien, no se trata de buscar hoy los placeres, sino de buscar los placeres de hoy, estos placeres pueden enriquecer o empobrecer la vida por su uso o abuso. Existen placeres que hacen daño y resultan un peligro, se ve la diferencia entre morir de gusto contra el gusto de morir. Podemos mencionar como un “sí” espontáneo genera alegría, no importa tener todo, de nada sirve sin alegría, se debe tener templanza para no pasar del gusto al disgusto y aprender a aceptar dolor, alegría, daño, placer, etc.
ANÁLISIS
No es reciente el enfrentamiento del sexo con el tema de la moralidad o inmoralidad, siempre genera alguna reacción el hablar de sexualidad, nos enfrentamos a sentimientos, vínculos y complicaciones. El miedo muchas veces puede paralizar, causa recelos y hace que actuemos con cautela, el miedo al placer es muy común pues involucra lo antes mencionado, si abusamos del placer podemos empobrecer nuestras vidas, dañarnos e incluso enfrentarnos a un peligro. Mientras que si hacemos buen uso, sucederá lo opuesto, es decir, enriqueceremos nuestra vida. Lo más importante es la alegría, pues de nada sirve que tengamos todo si vivimos sin alegría, el poder disfrutar de un buen momento hace que la vida se pueda tornar mejor. Como se suele vincular la moralidad o más bien la inmoralidad al sexo, las personas tendemos a ocultar este tema, no queremos ser cuestionados por lo que hacemos, y queremos vivir bien, queremos hacer lo que mejor nos parece, pero sin ser vistos como inmorales, pero también puede darse que esta inmoralidad y el placer que esta pueda producir que llame la atención. Podemos decir que la moral se basa en las costumbres y lo que calificamos como bueno o malo, por lo que estamos en constante enfrentamiento con esta, lo que para algunos es bueno para otros es malo, por ende se pondrá en duda nuestra moralidad, por ejemplo el poder copiar en una prueba para algunos es salvar una nota, para otros es ser inmoral, ya que los resultados no serán justos para quienes realmente estudiaron y quiénes no. La moral entonces depende de cada persona.
Capítulo IX: “Elecciones generales”
SÍNTESIS:
La gente considera normalmente a los políticos seres inmorales, también las personas que hacen estos juicios no suelen limitarse a todos los políticos, sino que a cualquier grupo, como los son las mujeres, los judíos, los empresarios, etc. Generalización no justificada dado que ninguna persona es igual a otra.
Nos decepcionamos de los políticos porque no comprendemos que son personas humanas, tienen defectos y vicios, pero si no confiásemos tanto en ellos desde el principio no tendríamos que aprender a desconfiar de ellos mas tarde.
La ética es el arte de elegir lo que más nos conviene y vivir lo mejor posible, y la política política se ocupa de lo que muchas personas hacen con su libertad, y su labor es armonizarlas lo más posible, por lo que aunque no queramos todos somos un poco políticos.
El régimen político más apropiado (permitiendo la utopía) será aquel que fomente la justicia entre todos los miembros de su sociedad, es decir
que respete la libertad individual, o que la limite lo más mínimamente posible y tratar a las personas como personas.
ANÁLISIS
Según el capitulo, la “Ética” sólo sirve para mejorar a sí mismo, por ende, no se puede generalizar calificando a las personas de tal o cual modo, ya que no se debe utilizar a la ética como arma destinada a reprender a las personas, ya que todas las personas somos diferentes, cada uno tiene una visión de ética distinta a la del otro.
Sea cual sea nuestra opinión sobre la política y los que participan en ella, no podemos dejarla a un lado, ya que como nadie vive aislado, la “buena vida “la incluye.
También se dice en el capítulo que una política justa comprende una serie de valores como lo son la libertad y la justicia, pero también debiese estar la empatía y la verdad que debe tener la clase política, la cual al momento de hacer campaña o al ejercer su cargo demuestre el por qué se le eligió, que represente a las personas que votaron por él. En ética lo que cuenta es el querer hacer, en la política lo que cuenta son los resultados. Es sabido que ellos no pueden resolver todos los problemas que tenemos, pero si pueden ayudarnos a confiar, a confiar en ellos, ¿Cómo se puede lograr eso? Cumpliendo lo que en un principio prometieron, pero sabemos que es imposible lograr, y tenemos que adaptarnos a ello para poder llevar una vida relativamente buena.
Todo sería mejor si todos cumpliésemos nuestras promesas, si fuésemos más tolerantes, más justos, menos ambiciosos, y más empáticos.
CONCLUSIÓN
La gente considera normalmente a los políticos seres inmorales, también las personas que hacen estos juicios no suelen limitarse a todos los políticos, sino que a cualquier grupo, como los son las mujeres, los judíos, los empresarios, etc. Generalización no justificada dado que ninguna persona es igual a otra.
Nos decepcionamos de los políticos porque no comprendemos que son personas humanas, tienen defectos y vicios, pero si no confiásemos tanto en ellos desde el principio no tendríamos que aprender a desconfiar de ellos mas tarde.
La ética es el arte de elegir lo que más nos conviene y vivir lo mejor posible, y la política política se ocupa de lo que muchas personas hacen con su libertad, y su labor es armonizarlas lo más posible, por lo que aunque no queramos todos somos un poco políticos.
El régimen político más apropiado (permitiendo la utopía) será aquel que fomente la justicia entre todos los miembros de su sociedad, es decir
que respete la libertad individual, o que la limite lo más mínimamente posible y tratar a las personas como personas.
ANÁLISIS
Según el capitulo, la “Ética” sólo sirve para mejorar a sí mismo, por ende, no se puede generalizar calificando a las personas de tal o cual modo, ya que no se debe utilizar a la ética como arma destinada a reprender a las personas, ya que todas las personas somos diferentes, cada uno tiene una visión de ética distinta a la del otro.
Sea cual sea nuestra opinión sobre la política y los que participan en ella, no podemos dejarla a un lado, ya que como nadie vive aislado, la “buena vida “la incluye.
También se dice en el capítulo que una política justa comprende una serie de valores como lo son la libertad y la justicia, pero también debiese estar la empatía y la verdad que debe tener la clase política, la cual al momento de hacer campaña o al ejercer su cargo demuestre el por qué se le eligió, que represente a las personas que votaron por él. En ética lo que cuenta es el querer hacer, en la política lo que cuenta son los resultados. Es sabido que ellos no pueden resolver todos los problemas que tenemos, pero si pueden ayudarnos a confiar, a confiar en ellos, ¿Cómo se puede lograr eso? Cumpliendo lo que en un principio prometieron, pero sabemos que es imposible lograr, y tenemos que adaptarnos a ello para poder llevar una vida relativamente buena.
Todo sería mejor si todos cumpliésemos nuestras promesas, si fuésemos más tolerantes, más justos, menos ambiciosos, y más empáticos.
CONCLUSIÓN
Con este libro se reflexiona en relación a la vida misma y cómo se
enfrentan situaciones que a diario se pueden observar, presentan tanto
características erróneas como otras acertadas, se expone como ciertas actitudes
pueden llevarnos a vivir de formas diferentes pasando por un sinfín de temas
como lo son lo bueno y lo malo, las ordenes que se siguen, los caprichos que se
pueden tener y el compromiso con que se vive.
Por otro lado el beneficio que traen algunas acciones y cuanto perjudican otras al hacer lo que cada persona quiere, darse una buena vida pensando en lo que cada quien desea hacer y dejando de lado el ser un pilar solo para otras personas. Cómo se actúa frente a los demás define un buen o mal vivir. Se vincula también el reconocer diferencias entre cada ámbito y no caer así en la imbecilidad.
Tener valores facilita poder ayudar a los demás y poder estar en el lugar del otro. La moral por su parte depende de cada quien y se puede poner en duda constantemente. La política debería tratar a todos por igual para así poder favorecer por parejo a cada uno.
Finalmente se entiende que son muchos los factores que influyen en la forma de vivir y que cada uno tiene su importancia, por lo que es relevante poder identificar fortalezas y debilidades y usarlas así a favor de la forma de vivir.
Por otro lado el beneficio que traen algunas acciones y cuanto perjudican otras al hacer lo que cada persona quiere, darse una buena vida pensando en lo que cada quien desea hacer y dejando de lado el ser un pilar solo para otras personas. Cómo se actúa frente a los demás define un buen o mal vivir. Se vincula también el reconocer diferencias entre cada ámbito y no caer así en la imbecilidad.
Tener valores facilita poder ayudar a los demás y poder estar en el lugar del otro. La moral por su parte depende de cada quien y se puede poner en duda constantemente. La política debería tratar a todos por igual para así poder favorecer por parejo a cada uno.
Finalmente se entiende que son muchos los factores que influyen en la forma de vivir y que cada uno tiene su importancia, por lo que es relevante poder identificar fortalezas y debilidades y usarlas así a favor de la forma de vivir.
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